Un dia estaba dormida y me sentía un poco mal, fui a mirarme al espejo y vi que ¡era diminuta! Casi no me veía de lo pequeña que era. De repente se me ocurrió
una buenísima idea. Como mi hermano estaba dormido decidí irme por dentro de su cuerpo con un submarino.
una buenísima idea. Como mi hermano estaba dormido decidí irme por dentro de su cuerpo con un submarino.
Cogí mi submarino diminuto y me dispuse a entrar en el cuerpo de mi hermano. Ya estaba introduciendome dentro pero de pronto Pau se movió y casi me caigo pero seguí adelante.
Estaba llegando a la laringe y vi algo raro pero no le di importancia. Mi intención era llegar a los pulmones, estaba en la tráquea y de pronto vi la cosa rara que había visto antes. Me asusté bastante pero quería seguir adelante. Cuando estaba entrando a un bronquio, de repente, se me pararon dos bichos raros frente a mí. Eran virus y querian romperme el submarino para que me quedara allí y no poder salir. Intenté escapar por arriba pero me estaban acorralando y empezaron a dar golpes al submarino. Veía como este no podía aguantar más y que se estaba empezando a romper.
Al poco tiempo vi que venian mas bichos raros pero esos eran diferentes. Eran células y venían a salvarnos. En total yo solo veía dos pero luego fueron viniendo más y más. Traían una especie de aspiradora en la espalda. Al poco tiempo no veía ningún virus, porque la especie de aspiradora los había succionado. Al fin podía seguir viendo el cuerpo humano por dentro.
Y colorín colorado, este cuento lo he acabado.
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