Hace varios años vivía un hombre llamado Elay que quería viajar a la luna. Tras varios años consiguió el dinero suficiente para poder hacer un viaje a ella. Estaba entusiasmado por llegar, era su sueño desde pequeño.
Partió de la estación espacial muy feliz aunque todavía le quedaran 132 horas para llegar.
Cuando por fin sobrepasó la atmósfera estaba muy nervioso. Siete horas después llegó a la Luna y encontró a Bob Esponja, se hicieron muy amigos pero como al hombre cada vez le quedaba menos oxígeno, bajaron juntos a la Tierra.
Bruscamente, cuando llegaron a la casa de Elay, dicho hombre lo asesinó con una katana pero no fue nada fácil porque Bob Esponja se resistía con sus brazos y con sus piernas mientras lanzaba chillidos de ayuda. Lo descuartizó para ver si había algo dentro de sus agujeros. Descubrió que allí vivían unos cuantos pitufos.
Para que no sospecharan del cuerpo, lo usó como esponja y los pitufos se hicieron muy amigos de Elay y los asesinó a ellos también. Para ello usó la misma katana que con Bob Esponja.
Este último que parecía estar muerto, mientras se desangraba llamó a la policía y detuvieron a Elay.
Aquí se acaba la historia de Elay, un verdadero psicópata.
Zapatito rotos o, cuénteme usted otro.
Este es Elay:
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